13 febrero 2011

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Mazinger Z al fondo


13-02-2011 / 11:00 h

Ávila, 13 feb (EFE).- El abulense Ramiro García ha esculpido en los últimos tres años 43 esculturas empleando unas 75.000 latas de refrescos y cervezas que ha usado para reproducir a escala muñecos como Cobi o Bob Esponja, monumentos como la muralla de Ávila o la Torre Eiffel o escudos de equipos de fútbol, entre otras obras.
Ramiro García, de 39 años, casado y con dos hijos, ha convertido esta actividad en su "hobby", pero no se considera un artista, ya que el arte de construir estas piezas lo puede dominar "cualquiera", porque "es como un puzzle".
Aunque su afán por coleccionar latas se desató allá por 1987, comenzó a labrar sus obras en torno a 2007, cuando al someterse al típico control anual de los empleados de su empresa, el doctor que le atendió le recomendó que "desconectara".
La empresa en cuestión es un matadero en el que Ramiro García se encarga de recoger las pieles y en cuyas instalaciones se encuentra el taller en el que realiza sus creaciones en los ratos libres de que dispone, a primera hora de la mañana y antes de comer, sumando una media de 3 horas por jornada.
La recomendación médica se produjo al observar que se encontraba "alterado", debido a las dificultades derivadas del origen de la crisis económica, cuyos efectos comenzaban a notarse sobre una plantilla que iba reduciendo sus miembros.
En aquel momento ya tenía miles de latas procedentes de todo el mundo -4.000-, que iba guardando a modo de colección en una finca de su propiedad en la que los amigos, como amantes de la cerveza que son, se reúnen para degustar esta bebida universal.
Esta parcela próxima a la capital abulense se ha convertido en un pequeño parque temático en el que pueden contemplarse una treintena de las obras que ha realizado en todo este tiempo, gracias a la colaboración de sus familiares y amigos, pero también de desconocidos que saben de su afición.
Entre ellos, Ramiro García destaca a un jubilado que va a andar todos los días y que en cada trayecto se encarga de recoger en un par de bolsas las latas que encuentra por el camino para entregárselas a este "escultor".
Así ha ido reuniendo latas para ponerse manos a la obra y unirlas una a una a base de silicona -más de 300 euros al mes-, coloreándolas en función de las necesidades de cada "escultura".
La primera que iba a realizar, a petición de uno de sus hijos, era un castillo, aunque finalmente fue "El árbol de la cerveza", realizado con 3.080 latas, tal y como puede comprobarse en esta finca que también acoge una parte de la muralla de Ávila, realizada durante dos veranos con otras 9.500 latas aproximadamente.
Otras obras reproducen la Torre Eiffel, pero también un verraco, realizado con 4.000 latas, el mirador de los Cuatro Postes, con 2.800, o una reproducción de Mazinger Z, que para completar sus cinco metros de alto ha tenido que reunir 8.000 latas.
A estas "esculturas" se unen otras centradas en personajes infantiles o escudos de equipos de fútbol como los del Real Madrid, Atlético de Madrid, el Barcelona o el Athletic de Bilbao entre otros.
Ramiro García se siente "orgulloso" de esta afición, aunque reconoce que a veces no tiene "otro tema de conversación", ya que este mundo le apasiona y la mantiene ocupado realizando sus nuevos trabajos y pensando en los futuros.
En este sentido, está inmerso en la realización de Cobi, la mascota de las Olimpiadas de Barcelona 92, el escudo de los "Hombre G" o el Toro de Osborne, mientras espera poder hacer en el futuro la Torre de Pisa o las pirámides de Egipto.
Mientras tanto, sigue pidiendo la colaboración de todo el mundo para que le faciliten más latas, a la vez que lamenta la escasa colaboración del Ayuntamiento de la capital en este sentido y en la realización de un parque temático del que se beneficie la ciudad.
EFE 1010617 agg/jcp


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