Todo comenzó con una colección de latas de cerveza. Y ha desembocado en un museo doméstico en el que pueden verse reproducciones del coche de Fórmula 1 de Fernando Alonso, la Muralla de Ávila, los Cuatro Postes, una caseta para el perro o el personaje infantil Bob Esponja realizados con una original técnica de reciclado de latas de refrescos y cervezas. El abulense Ramiro García planea ahora un nuevo reto: construir una Torre Eiffel de nueve metros de altura.
Ramiro García relata que todo comenzó en 1987 cuando inició una colección de latas de cerveza de todo el mundo -más de 4.000- que hoy decoran buena parte de las paredes de una casa que utiliza en exclusiva para almacenar estas piezas. Cada vez sumaba más latas a su colección, y entonces se decidió a utilizar algunas para construir reproducciones de monumentos abulenses.
Así comenzó una afición que hoy ha transformado su casa en un original museo donde no sólo guarda su colección de latas de cerveza, sino también creaciones singulares como la reproducción de la Muralla de Ávila, de los Cuatro Postes, del coche de Fernando Alonso o un impresionante árbol, que fue su primera obra, y que juntas suman decenas de miles de latas de refrescos recicladas.
La idea de reciclar las latas estuvo inspirada por el hijo del artista, que le pidió a su padre que le fabricara un castillo. Luego vino un árbol, para el que utilizó más de 4.000 latas insertadas como hojas en 170 barras de tetracero. Y después un pozo -1.300 latas-, la Muralla -en la que ha empleado casi dos años y 9.500 latas-, un verraco -4.000 latas-, los Cuatro Postes -2.800 latas-, el coche de Fernando Alonso -4.000-.
Y la imaginación de Ramiro sigue volando, sin el apoyo de planos ni esquemas que, afirma, no precisa. Ahora está terminando una escultura de Bob Esponja de dos metros y medio de alto, en la que ya ha empleado unas 1.700 latas y que todavía «se llevará otras 800», asegura el artista, quien está pensando construir una Torre Eiffel de nueve metros de altura, en la que calcula que necesitará unos 15.000 envases.
Este gasto ingente de latas se nutre gracias a la búsqueda incesante de Ramiro entre sus amistades. Este verano, además, ha colaborado con él el campus de fútbol infantil 'Jorge Barrera'. Y sigue buscando envases porque tiene nuevos proyectos en mente.